Hoy recuerdo entre las sombras aquel ángel que me acobijó entre sábanas de cartón y me hizo sentir frío, cuando el invierno no hacía tanto hincapié en los corazones helados y acentuaba su presencia en mi ser. Me acuerdo que escuchaba de fondo a un cantor español que recitaba que las musas no eran putas y que era mejor dormir que amar.
Perfumó mi habitación unos colores náufragos que duraron lo que duraban un beso de noche, y esperaron a que me recupere de esa terrible agonía de luto que me empujó el sudor de un día de lluvia y calor. De esos dos estados tan disparejos, cuando las estrellas brillan menos que lo habitual y las hojas de los robles caen como si fueran el fin del mundo, nos recuerdo sentados en la acera preguntándonos que hubiese sido si el destino hubiera cambiado el camino de derecha, si los pasajes no hubiesen tenido fecha de vencimiento y si las estadías duraban más que un pequeño fragmento de primavera. Nos preguntamos una y otra vez si echarnos de menos tantos años era un buen remedio para dejar a nuestras alas volar y entre tantas preguntas y ninguna respuesta, volvimos de nuevo a la realidad sabiendo que lo primero siempre es eterno y lo que le sigue no es nada más que un corto sueño.
Si eso es un recuerdo que te hace escribir tan bien y sentir cosas hermosas, es perfecto lo que pasó.
ResponderEliminarBesos.
Lo dijo el bardo, Ana Belén: "La vida es sueño".
ResponderEliminarCréame que a esta altura de la soireé, cada vez lo creo más, cuando miro hacia atrás y compruebo cómo se pasó la vida.
El Profesor
La escritura, libera, nutre, y calma..
ResponderEliminarqqqqqqqqqqqqqqué lindo mariaBe :)
ResponderEliminarme encantó!!!!!!!!