Tengo que darle un respiro a esta cabeza.

Tengo una especie de cliché con la infidelidad, afirmo,admito, peleo con garras y dientes y puteo a más no poder al hombre y/o mujer infiel. Pero una parte de mí, no considera que esté del todo mal (si lo está, no me estoy sabiendo explicar), me refiero a la situación del trivilineo (Fuck...Silvina Luna estupída), del flirtreo, del no sé qué prohibido que le da un toque de condimento. Sería algo así como un chongo amigo, que te habla de cerca, que sabé que no podés, y se aprovecha de la situación y a vos eso te calienta más de lo debido.
Claro está que sería incapaz de pisar siquiera la línea esa que divide a ambas fidelidades, la mala y la buena. Es un tema que quería compartir, a ver qué opinan y si la única persona que se está cuestionando esto en estos momentos soy yo.

(Conclusión: la madrugada de un domingo saca a la luz las conclusiones más peligrosa; me voy ya a dormir)

[Estoy más que bien con mi querido novio, con el cuál ya vamos casi por el añito de relación! Es perfecto, o casi, o lo más parecido a la perfección que he visto. Ya les contaré. Fra se ganó el lugar más chiquito y preciado de esa bola de sentimientos]